domingo, 19 de mayo de 2013

[LONGFIC] REMEMBER ME (CAP 11)





Capitulo 11

"Atracciones"



Quedé totalmente estupefacta, por su reacción de golpearlo. Miré pasmada a Lay que se levantó y Luhan lo tomó por el cuello, lo detuve.
- ¡Luhan, basta!- me interpuse tocando su brazo haciendo que él se congelara. Lay sonrió.
- Te lo dije, ¿no?- Lay me miro. Cuando dijo eso me di cuenta a lo que se refería, el hablaba de que Luhan empezaba a tener sentimientos hacia mí, un sentimiento inexplicable como para molestarse y golpearlo así, a su mejor amigo. Pero no lo entiendo porque había llegado a ese límite si llevamos pocas semanas de conocernos. Nadie se enamora tan rápido.
- ¿Qué quieres decir? -Dijo Luhan con una voz oscura- ¿Qué le dijiste? –Luhan sacudió a Lay, se veía preocupado. Lay solo siguió sonriendo. Me puse entre los dos y trate de alejarlos, aunque continuaron mirándose el uno al otro.
- No te preocupes Luhan soy tu mejor amigo.- lo fulmino con la mirada- jamás hablaría de la promesa si es lo que quieres saber entiendes ¿eso? –dijo acercándose cara a cara.

- ¡Basta! Cálmense los dos ¿Qué quieres decir con la promesa Lay?
- descúbrelo tú misma nena – sonrió y se alejo de nosotros entrando a su auto. Lo vi limpiarse su labio, que sangraba. Pasaron unos minutos, de pronto sonó el motor de su auto y lo vi irse.
Incliné la cabeza y me di la vuelta, olvidando que Luhan seguía allí de pie, respiraba con dificultad y miraba hacia el aire. No, más bien estaba mirándome a mí. Miré hacia abajo, evitando su mirada. Corrí rápidamente dentro de la casa, refugiándome en nuestra habitación aunque no me había dado cuenta de que Luhan me seguía con la llave de la habitación. Trate de caminar directo al baño para evitarlo, pero él me agarró y me empujó hacia la cama.
- ¿Qué? ¿Qué vas a hacer?- lo rete. No dijo nada y se quedó allí, mirándome. Tragué saliva y sentí que mi corazón latía más rápido de miedo.
Pude oír su respiración pesada. Apreté los labios y aparte la mirada. Lo vi apretando los puños.
- ¿Dónde?- Murmuró a lo que me hizo mirar hacia arriba.
- ¿Qué?- hable confundida. Él se inclinó hacia abajo, apoyando todo su peso sobre mi.
- ¿Dónde más te ha tocado? -Susurró en mi cara. Yo estaba mirando directamente a sus ojos, a un sólo pelo de distancia. Intentaba contener la respiración.
- Él sólo me dio un beso.– respondí con miedo. El parpadeo un par de veces y suspiro.
- Eso ni siquiera es una buena noticia.- bajo la mirada apoyando su cabeza en mi hombro, sentía su aliento en mi cuello. De algo estaba segura, él se veía molesto y excitante al mismo tiempo. Tragué saliva y trate de componer mi respiración.
- ¿Cómo?- su rostro mostraba seriedad y enfado- Lo siento, no pude hacer nada. –baje la mirada. Por una parte me sentía culpable de su comportamiento, no había hecho nada para evitar que Lay me besara.
- Lo siento no es suficiente.- Guardé silencio y espere a que hablara, pero cuando lo hizo me desconcertó –Abrázame.- su repentino ‘pedido’ me hizo abrir los ojos.
- ¿Q-qué? –levante nuevamente la mirada hasta llegar a su rostro. Me miró con sus ojos cansados.
- por favor. Abrázame hasta que salga el sol.-Se declaró -Abrázame hasta que me duerma esta noche y yo te perdone.
- Pero yo ni siquiera hice nada.- me defendí. El suspiró y se levantó. Me senté en la cama esperando a ver lo que hacía.
- Muy bien, entonces.- hablo dirigiéndose a la puerta. 
- ¿A dónde vas? –me levante rápidamente.
- Voy a matar a alguien.- toco el pomo de la puerta. No sabía lo que hacía, pero tenía una expresión extraña, parecía ser ese tipo de chico que cumple lo que dice. Corrí hacia la puerta bloqueando su salida- VETE. - Él me mandó. Reuní todo mi valor y le respondí.
- No. –me pegue hacia la puerta. El alzo una mano formando un puño y golpeo a lado de mi cabeza, di un salto, me estaba asustando. –No.- volví a hablar tercamente. Me quedé mirándolo -Si quieres matar a alguien, entonces usted tiene que matarme primero antes que a él.- dije retándolo.
- ¿Por qué lo estás protegiendo?- me fulmino con la mirada.
- No lo estoy protegiendo. Solo estoy protegiendo que sus manos que no se manchen.- note que su enfado bajo, se veía más aliviado. Al menos hice darle qué cuenta que me interesaba su salud y lo que hacía.
- ¿Qué vas a hacer entonces? – coloco ambas manos en sus bolsillos. Me quedé en silencio por un momento y pensé “¿qué debo hacer?”
- Bien.- Finalmente decidí- Voy a abrazarte hasta mañana por la mañana.- respondí con timidez.
- No.- me miro mal y se acerco a mí. –Bésame.
- ¿Q-que?- empecé a ponerme nerviosa “¿Por qué tiene que ser así?”- ¡No! Eso ni siquiera fue el trato.- se alejo de mi, y me empujo levemente hacia un costado.
- Bien.- sostuvo el pomo de la puerta. Me acerque rápidamente a él y lo empuje, volviendo a pegarme a la puerta.
- ¿Por qué?- pregunte cerrando los ojos con fuerza.
- ¿Cuántas veces te lo he pedido? –sentí un toque de molestia en su voz.
- Tal vez se debe a la manera en que me lo pides.-lo regañe. Era verdad lo que decía, era muy seco para decirme las cosas, pensaba que si lo decía de una manera más cariñosa podría ceder, aunque no quisiese. Lo haría.
- Por lo menos te contestó.- Bufo y volvió a tomar la perilla.
- ¡Maldita sea!- lo empuje de los hombros, haciendo que el retrocediera. Me miro por unos segundos, y lo pensé bien. Me alce de puntas y bese sus labios. Un beso rápido. Lo mire tímidamente – ¿Feliz?- pregunte. El se veía sorprendido.
- No del todo. –se relamió los labios.
- ¿Q-que? -Fue lo único que pude decir cuando me cargo en sus brazos llevándome a la cama y me recostó con suavidad. Pensé que me iba a molestar; como siempre lo hacía, pero en lugar de eso me abrazó, entrelazando su mano en mi cadera y cubriéndonos con la sabana. Me quede allí, por un tiempo y sentí su cuerpo junto al mío. Podía sentir su bulto que estaba hurgando en mis costados,
- ¿Luhan?- hable enojada pero no respondió. Miré hacia arriba y vi su rostro dormido. Sentía su aliento en mi cara.
Traté de despertarlo y lo sacudí, pero él estaba profundamente dormido y no podía liberarme de su abrazo. Suspiré y pensé que no me había cambiado desde que había llegado de la escuela, aun tenía mi uniforme escolar. Lo miré de nuevo e intente despertarlo por segunda vez, pero nada, así que decidí sólo dormir. Podría cambiarme mañana ya que era fin de semana.
Di un grito ahogado al pensar en lo que le había dicho a Sehun antes de que Lay me trajera a casa. ‘Hasta mañana’
“¡Ni siquiera lo veré mañana! ¡Estúpida! ¡Qué estúpida!” Pensé golpeando mi cabeza suavemente. De tanto pensar olvidé de que estaba abrazando a Luhan y le había golpeado la mejilla.
–Oh…- jadeó tocando su mejilla.
– Lo siento- susurre e intente no reír. 
Cuando comencé a quedarme dormida, cerré los ojos y una imagen se vino a mi mente. Vi una pulsera de plata que tenía unas alas, como las de un ángel. Abrí los ojos rápidamente “¿Qué fue eso?” mire a Luhan, el seguía durmiendo. “Creo que fue un sueño, pero… no podría haber sido porque aun no estaba dormida” mis ojos empezaban a cerrarse.
- Buenas noches, Luhan…. Lo siento.- decidí refugiarme en su pecho.
A la mañana siguiente, me desperté y abrí lentamente los ojos y vi el rostro de Luhan. Todavía estaba durmiendo profundamente. Me liberé de él desesperándose. Ya que era fin de semana pensaba llamar a Minyi para pasear un momento, estaba aburrida y no pensaba quedarme en casa con Luhan.
Salí de la cama para cambiarme pero me di cuenta de que no tenía mi uniforme puesto. Llevaba una camiseta blanca grande. “Uh-uh definitivamente esto no es mío” Hice una pausa por un momento y pensé en lo que había pasado anoche.
“Estoy segura de que tenia puesto mi uniforme ayer por la noche ¿cómo diablos tengo esto puesto? ¿Soy sonámbula? ¡Oh no! ¿Acabo de adquirir un nuevo hábito estúpido? No, no, no.” grité en mi cabeza una y otra vez.
Me senté en el suelo abrazando mis rodillas y hundí mi rostro entre mis piernas tratando de pensar que había sucedido.
- No no no. –murmuré moviendo mi cabeza.
- ¿Qué estás haciendo? –escuche hablar a Luhan. Lo mire de reojo, estaba con los ojos hinchados y el cabello desordenado.
No hice caso. Seguía negándome y miré hacia abajo. “Que está pasando ¿Por qué siento esto? ¡¿Porqueeeee?!” tome mi cabello. Está bien, acepto que estaba actuando dramática, pero era la segunda vez que pasaba esto.
- ¡Hey! ¿Estás bien? –Luhan salió de la cama y se acerco a mí. Me puse de pie ante él y asentí. El me miro confundido y entre rápidamente al baño.
Me quede mirándome en el espejo, tratando de averiguar cómo es que tenía puesto esa camisa. Me lo quite rápidamente metiéndome en la ducha. Mientras el agua caía sobre mi cabello, pensaba, pensaba y pensaba, comó es que llevaba puesta una camiseta blanca que solo estaba descubierto mis piernas, no tenia ni la menor idea de que sucedió, no puedo recordar nada . Este problema de mis lagunas mentales no me están ayudando; trataba de memorizar algo hasta que me di por vencida. Salí del baño con una toalla envuelta en mi cuerpo. Olvide llevar ropa al baño para cambiarme. Me estaba secando el pelo con una toalla y vi a Luhan sentado en el sofá, mirándome con preocupación.
- ¿Qué te pasa?- me preguntó rápidamente. Su voz era ronca al despertar, su cabello brillaba mucho, se veía excitante. Mire en dirección hacia nuestra cama, estaba desordenada. Volví a mirarlo y mi mirada se poso en sus pantalones, había un bulto bastante visible. Me sonrojé y mire hacia otro lado. “¡Mierda! ¿En qué estoy pensando? ¡Estúpida! ________ ¡Estúpida!”
- No me sucede nada- trate de sonar tranquila. Me acerque a la mesa que tenía una espejo y me senté dándole la espalda– Estoy bien.- Empecé a secar mi cabello. Era inútil sin embargo. Todavía podía ver su mirada en mí por el espejo. Dio un suspiro y se fue al baño. En el momento que se fue a la ducha dejé escapar un suspiro de alivio y decidí llamar Minyi.
- Minyi- dije sonriente.
- Ahh~ ¿Qué es esto? ¿Por qué llamas tan temprano?
- ¡Yah! Vamos a salir hoy, ¿de acuerdo? Nos vemos en el Maid Latte en media hora, cerca de nuestra escuela ¿está bien? Annyeong. – escuche la ducha apagarse así que me despedí rápido.
- ¿¡Qu-?! ¡Hey! –y colgué.
Vi a Luhan salir del baño. Me miro con recelo porque se dio cuenta de guarde el celular debajo de la almohada. Lo mire y me levante.
- Ah~ Luhan. Tengo que salir por un momento ahora regreso, ¿de acuerdo?- pase por su lado entrando al baño sin antes tomar un short y polo que tenía un escote, hacía mucho calor. Deje mi cabello suelto, para que secara con el viento, y unas zapatillas negras. Salí del baño y él me miró, traté de no mirar su cuerpo, que estaba cubierto por una toalla pequeña y de su cabello caían pequeñas gotas de agua.
Se apoyó en la pared y se cruzó de brazos con una expresión seria. “La toalla se te puede caer, estúpido”
- Así que tienes una cita ¿no? – hablo haciéndome mirarlo. Mi mirada bajo lentamente hasta llegar a su torso. La toalla estaba cayendo lentamente. Miré de nuevo y cerré los ojos con fuerza e inhale.
- Tengo que salir un hora.- termine de arreglarme - Nos veremos después ¿está bien? – pase por su costado y toque la manija de la puerta, pero el tomo de mi brazo y me hizo mirarlo.
- ¿A dónde vas? – preguntó mirándome de pies a cabeza. Evite su mirada.
- ¿Por qué quieres saber? – trate de zafarme.
- Te oí hablar con alguien por teléfono ¿Quién era?- abrí mis ojos mirando a otro lado “Oh… ¿me escuchó?- Es el niño de la escuela ¿Sehun? ¿NO?-me empujo contra la puerta y se acerco a mí. Y ahí íbamos otra vez, el Luhan que odiaba y era algo tosco conmigo.
- Y si fuera el ¿Qué?- lo rete.
- _________ te recuerdo que tu yo nos casaremos. Y tú eres mi prometida así que te prohíbo que te acerques a ese niño.- trató de hablar tranquilo. Poso un dedo sobre la comisura de mis labios – Si no realmente me conocerás ¿entiendes lo que digo? –ladeo la cabeza y se acerco a mí, besándome con rudeza. Moví mi rostro hacia un costado pero eso no impidió que empezara a besar mi cuello de una manera muy fuerte, haciéndome doler y gemir a la vez, por poco y pensaba que este tipo era vampiro. Lo empuje con todas mis fuerzas y quedamos frente a frente.
- ¿PORQUE ME DAS ORDENES COMO SI FUERAS MI PADRE?, TE RECUERDO QUE ESTE MATRIMONIO NO FUE ACEPTADO POR NINGUNO DE LOS DOS.- hable fuerte, pero me calme rápidamente- Eres muy guapo… como es que una mujer como yo, te puede gustar, cuando tienes a chicas más hermosas que desearían estar en mi lugar.- lo mire directamente a los ojos, el hizo lo mismo -¿Porque estas celoso? ¿Tanto así te he llegado a gustar? es que acaso ¿soy un juguete para ti?- me miro sorprendido.
- No digas eso. Eres más de lo que te imaginas. Te he amado toda mi vida.-él abrió sus ojos como si se arrepintiera de lo que había dicho. Lo mire sorprendida por su respuesta y confundida a la vez.
- De que estás hablando llevamos apenas 1 mes de habernos conocido.- le hice recordar. El bajo su mano que aun sostenía mi hombro y me dio la espalda. No le di importancia y me apresure en abrir la puerta -Adiós, volveré más tarde.- y salí corriendo.





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